Al calentarse el aire que está contenido en la botella, las moléculas que constituyen el aire se mueven de una forma más frenética por lo que si confinan en un recinto cerrado, ejercerán mayor presión sobre las paredes del recinto. Cuando la boca de la botella se tapa con el huevo la temperatura comienza a descender, disminuyendo la presión del aire. Como consecuencia de la menor presión del aire del interior de la botella, el aire del exterior ejerce una presión sobre el huevo haciendo que éste se introduzca por su flexibilidad.
Enciende un fósforo e introdúcelo en la botella de cristal
Seguidamente coloca el huevo duro sobre la boca de la botella para taparlo.
Espera unos segundos y comprobarás como funciona.
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